Andrés Miguel Sampayo

El hospital de la transfiguración, de Stanislaw Lem, editorial Impedimenta.

Lem empezó medicina y la guerra impidió que la terminara, no obstante escribió una novela sobre el tema. Stefan el protagonista llegó al hospital, y como llegó se tuvo que ir, los Nazis daban rondas, y no solo era contra los judíos la sevicia, también hacia los polacos, y entre polacos. «¿Es el final, verdad? Pero él se refería a Polonia. Y me pidió que fuera a su tumba a anunciarle cuando Polonia volviera a existir» – El hospital de las transfiguración

Érase una vez una mujer que quería matar al bebé de su vecina, de Liudmila Petrushévskaia, editorial Atalanta.

Es una recopilación de cuentos fantásticos que tiene cosas como esta: “A una chica la mataron y luego fue devuelta a la vida. Esto es, a sus padres les dijeron que la chica había muerto, pero no les entregaron el cadáver”.

En picado, de Nick Hornby, editorial Anagrama.

En que están los “adultos jóvenes” ingleses, que tienen entre 18 y 50 años, en ese libro hay algo de eso. Yo leí el libro antes de ver la serie “Misfits”, y ese es el orden. Jess: “Empezamos con Virginia Woolf, y conseguí leer como dos páginas de ese libro sobre un faro, pero lo que leí me bastó para comprender por qué se había matado: se había matado porque no podía hacerse entender”.

Ningún hombre es una isla, de Juan Forn, Editorial Emecé.

Es una recopilación de ensayos, reseñas y críticas, que ha publicado en Página 12. Por ejemplo ese tipo de escritos en países como Colombia son inexistentes y se necesitan. Forn para Latinoamérica hace un filtro decente sobre los temas que toca. Por él me entere de las hermanas Mitford, Manea, Eliade, Mihail Sebastian, Jean Rhys y otros.

Otros libros leídos que me gustaron este año: La defensa, de Vladimir Nabokov, Novelas y cuentos I, de Osvaldo Lamborghini, Blanco nocturno, de Piglia, Cuentos (casi) completos, de Calvert Casey, La maravillosa vida breve de Óscar Wao y Los Boys, de Junot Díaz, Pastoral Americana, de Roth, La soledad del dromedario, de Andrés Villabón Borja.

No me gustaron: Socorro, perdón, de Frédéric Beigbeder, El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas, de Haruki Murakami, El ruido de las cosas al caer, de Juan Gabriel Vásquez y Niños en el tiempo, de Ian McEwan.

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