Intersecciones

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1.

Comencemos con dos citas de la escritora y cineasta norteamericana Chris Kraus, tomadas de su libro I Love Dick:

«So in a sense love is just like writing: living in such a heightened state that accuracy and awareness are vital» [1. Chris Kraus, I love dick, Semiotext(e), Los Angeles, 2006, p. 130]

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«Reading delivers on the promise that sex raises but hardly ever can fulfill -getting larger cause you´re entering another person´s language, cadence, heart and mind» [2. Chris Kraus, I love dick, Semiotext(e), Los Angeles, 2006, p. 207]

Nos dice Kraus que el amor es un estado tan intenso que se parece a la escritura, y que la precisión y autoconsciencia son cruciales en ambos casos. Lo cual lleva a que necesariamente aceptemos que forman parte de lo mismo, que son, pues, pedazos del todo. Esto es, que no hay escritura sin amor, ni amor sin escritura. El sujeto consiente en una ficcionalización del amor y también se produce, en definitiva, un enamoramiento del texto (por parte del sujeto lector y, claro está, del escritor del mismo).

De otro lado, afirma Kraus que, en un sentido, la lectura es mejor que el sexo. Y ello porque sus efectos son más profundos (y más auto-conscientes y más exactos), pues nos permite introducirnos verdaderamente en el lenguaje, la cadencia, la mente y el corazón de otro (del escritor). Podríamos decir con Ellsworth Kelly, el pintor abstracto norteamericano, que el arte recrea la sensación original.

Así: que una obra de arte es una presencia donde intersecta la memoria del pasado con la previsión del futuro. Que es un espacio en el que confluyen imágenes y palabras. Si se trata de una obra literaria, hablaríamos de la presencia de unas palabras que evocan la ausencia de unas imágenes. En el caso de la obra de arte pictórica, la relación sería la contraria. Esto es: una serie de imágenes comparecen al frente de nuestra vista con el propósito de alertarnos de la existencia de un flujo de palabras no escritas.

2.

Y ahora cojamos dos citas del profesor Nuccio Ordine.

Dicen así:

 

«Es probable que el acto creativo que da vida a lo que denominamos literatura se base precisamente en esta simplicidad, motivada tan sólo por una auténtico gozo y ajena a cualquier aspiración al beneficio. Un acto gratuito, exento de finalidad precisas. Capaz de eludir cualquier lógica comercial» [3. Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, Traducción de Jordi Bayod, Acantilado, Barcelona, 2013 6º edición, pág, 31]

&

«¿Cómo podría imaginarse el amor sin la gratuidad?»[4. Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, Traducción de Jordi Bayod, Acantilado, Barcelona, 2013 6º edición, pág, 69]

De la gratuidad del amor se deriva la generosidad del acto creativo y, de aquí, se puede afirmar que, tanto el genio artístico como su contacto con él, actúan amparados por un ardor pansexual. No es, quede claro, una cuestión de genitales, de realidad matérica y pobre.  Se trata de un amor que acepta los fracasos del cuerpo. De una comunión espiritual que se sabe apenas vaho. De un proyecto, de alguna manera, esquizofrénico. Así: un apasionado encuentro caracterizado por la desorganización neuropsicológica y la alteración perceptiva. Dice Félix Guattari: «el sexo y el amor son medios para semiotizar la mutación».

3.

Se entiende entonces que, para dar cuenta de esa metamorfosis, el arte de la escritura haya de recurrir a formas híbridas. En el caso de Chris Kraus esto sucede con su uso de la novela teórica, una mezcla de crítica cultural y ficción, a la que además se le adhiere un registro autobiográfico. Es un tipo de escritura que toma la forma canónica de la novela epistolar, despiezándola. Así, la clave de este tipo de escritura amorosa es la edición final, que se siente al modo performático. Kraus recrea el sujeto original (la sensación) en forma de objeto (imagen), y así las palabras no son solo palabras sino que construyen una cierta imagen nueva del amor.

Un ejemplo reciente de estas formas de escritura mutantes podríamos encontrarlo en un texto publicado en el último número de la revista Diagram. Es de Barbara Flug Colin y lleva por título AS SOON AS I GET IT RIGHT I’LL SEND YOU THIS LETTER, aquí. El texto está dedicado a Ellsworth Kelly. Y su motto es una entrevista fallida entre la autora y el pintor.  Así, la pieza ficcional (igual que en I Love Dick) se constituye tal que un conjunto de cartas dedicadas a una persona ausente. Tanto Barbara Flug Colin como Chris Kraus se sirven de las cartas como excusa para la especulación filosófica. La diferencia está en la naturaleza del amor que impele la escritura de estas cartas.

En el caso de Kraus es un amor que busca la satisfacción sexual (la conquista del ser amado), y en el de Barbara Flug Colin es la admiración la que invoca al sujeto amado (en el sentido de colaborador necesario para la elucidación del enigma, pues en ambos casos se produce un enigma, de índole amorosa). Lo importante en ambos casos sigue siendo el amor, y que para las dos escritoras se convierte en un regalo que confiere el talento para la escritura.

Una precuela de ambos textos sería el relato «Bliss», de la escritora neozelandesa Katherine Mansfield, donde ya se crea un territorio ficcional en el que se solapan e intersectan la obsesión adolescente y la perversidad de la madurez. Y por buscarles parientes cercanos, podríamos señalar al poeta visual Fernando Millán y su idea del libro tachado.

4.

Hace un tiempo, escribía Lauren A. Wright lo siguiente:

«After Conceptual art, it seems, writing is an expanded field of activity unified by a concern for the plastic qualities of language and the circumstances of its use more than its signification.» [5. Lauren A. Wright, Postscript: Writing after Conceptual Art, Frieze Magazine, April, 2013]

Cada vez más la escritura es un espacio preocupado por las cualidades plásticas del lenguaje y menos por su significado. Es decir, que se afana más en convertirse en objeto y ya no pretende tanto ser una suerte de subjetividad que enuncia. Así, se podría decir que de las imágenes que se querían palabras (la escritura metafórica) hemos pasado a las palabras que se quieren imágenes (la escritura elíptica, cèliniana, por así decir). Lo que queda claro, en cualquier caso, es que la literatura de verdadero valor y relevancia sigue siendo un lugar donde continúan intersectando palabras e imágenes que nos hablan de un mundo que siempre está animado por un amor desinteresado y -afortunadamente- quimérico, esto es: sólo realizable en la ficción, en esa comunión beatífica que se produce entre el lector y el escritor.

 

by J.S. de Montfort

es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.

2 Replies to “Intersecciones”

  1. 1
    Barbara Flug Colin

    Though I might be pleased with this reference to my piece, AS SOON AS I GET IT RIGHT I’LL SEND YOU THIS LETTER, I don’ t understand many words in it. Please send me an English translation. And please correct my name. And its name. Great thanks, Barbara Flug Colin

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