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Kim Cuervo, cinturón negro en Jiu Jitsu Gracie, es hijo de Brasil y Colombia. Aprendió Jiu Jitsu en el núcleo familiar brasileño, donde es habitual su práctica, como el surf, el fútbol, o cualquier otra actividad que te agite el corazón, que te haga sentir vivo. La vida en el trópico es un bombardeo permanentemente a los sentidos.
El profesor Cuervo es uno de los pocos colombianos que ostenta un cinturón negro en Jiu Jitsu brasileño. La escuela Gracie Colombia que lidera está ubicada en el barrio Laureles de Medellín, donde se aplica los programas pragmáticos que caracteriza a todas las escuelas de los descendientes del Gran Maestro Helio Gracie y a los descendientes del Gran Maestro Carlos Gracie. Eso incluye también a los hermanos Machado y a los hermanos Valente.
El profesor Cuervo viene sembrando Jiu Jitsu Gracie en Colombia desde hace unos años. El tiempo dirá si el trópico colombiano lo adopta como a fruto nativo.
El arte suave va creciendo. Es imposible ignorarlo.
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Francesco Vitola: ¿Considera que la enseñanza de las artes marciales entre niños y jóvenes podría ser una alternativa a la educación física que se imparte desde hace décadas en las escuelas?
Kim Cuervo: Por su puesto que sí, pero específicamente hablando de artes marciales y no de deportes de contacto, pues sabemos que al practicar una arte marcial no solo nos preparamos físicamente ni solo aprendemos a tener una disciplina enfocada a hábitos saludables, sino que también aprendemos a respetar y seguir reglas, a adoptar un estilo y una filosofía de vida. De verdad no creo que si se implementaran las artes marciales en el sistema de educación, todos los alumnos seguirán la práctica de estas para el resto de sus vidas, pero seguramente si llevarán muchos de los beneficios paralelos que estas brindan y que ayudan incluso a mejorar la postura de los alumnos practicantes que desarrollarían características como la autoconfianza, el respeto, la seguridad, el autocontrol, la paciencia, etc…
FV: ¿De qué manera ayuda a los niños y jóvenes la práctica de un arte marcial?
KC: Las artes marciales son un excelente nivelado, su práctica logra brindar confianza a los más inseguros y al mismo tiempo logra mostrar limitaciones a quienes tienen exceso de confianza que muchas veces son los conocidos “bully”. Muchos casos de matoneo ocurren gracias a la búsqueda por el “bully” de conocer sus capacidades y limitaciones, cuando este encuentra un lugar donde descubrir esto, no tiene la necesidad de hacerlo en la calle y así no le hace daño ni causa traumas a nadie.
FV: ¿Cómo es el proceso formativo en el que está embarcado en este momento en los Emiratos Árabes?
KC: Bien, aquí la verdad nada más estamos que ayudando a formar física y mentalmente a la nueva generación de este país que apenas tiene 43 años. El proyecto está directamente ligado con el gobierno y es exclusivo para ciudadanos con nacionalidad UAE. El responsable por implementar este proyecto fue una persona muy visionaria y un excelente inversionista, pues entiende del bien que las artes marciales proporcionan a las personas y más cuando son enseñadas desde su infancia, por esta razón decidió invertir en el futuro de sus próximas generaciones. ¿Por qué el Jiu-Jitsu? Porque tiene características en su filosofía que proporcionan una aproximación mayor entre el aluno y el maestro. La figura del maestro es como la de un padre o un hermano mayor, que hace un papel de consejero y de ejemplo a seguir sin tener que exigir por medios disciplinarios que este ejemplo venga a ser seguido. Pues bien gracias al Jiu-Jitsu, en muchas familias hubo una aproximación mayor entre padres e hijos que hoy comparten un deporte y un estilo de vida. Por más que se mantengan las tradiciones y se sigan líneas de respeto extremo entre miembros de la familia, por momentos se juntan padre e hijo para hablar como dos amigos que comparten una misma pasión.
FV: ¿Cómo estructura sus clases?
KC: La verdad yo sigo una línea más tradicional, creo mucho en las bases y fundamentos del Jiu-Jitsu, para mí siempre será un arte marcial y no un deporte, ya que hoy se Divide en dos categorías, el Jiu-Jitsu “tradicional” con énfasis a la defensa personal y a situaciones reales, y el Jiu-Jitsu “deportivo” que se enfoca en competencias y en estrategia para lograr la victoria no solo por la vía de la sumisión como también por la de los puntos. No critico el Jiu-Jitsu “deportivo” me parece que hace parte de la evolución, pero tampoco puedo decir que me siento cómodo enfocándome en algo que no entrené de la misma manera como entrene el Jiu-Jitsu tradicional tantos años. Pues bien, siguiendo esa línea, el Jiu-Jitsu de Gracie Colombia es extremamente compatible con las MMA, dado que se enfoca a situaciones reales, que en muchos casos son ajenas a las que se presentan en el Jiu-jitsu. Siempre hacemos calentamiento, luego trabajamos una posición que será repasada durante una semana agregándole día a día una aplicación diferente siguiendo una secuencia lógica de combate, luego hacemos un entrenamiento específico y para finalizar tenemos combate libre. En algunos casos dejamos 10 minutos para desconectarnos y meditar para relajarnos y reflexionar.
FV: ¿Podría replicarse el modelo de Emiratos Árabes en los países latinoamericanos?
KC: Pues ¡debería!, solo que hay que considerar la realidad de los países latinos y el costo que tiene un proyecto de esta magnitud, el jiu-jitsu es un arte marcial nuevo y si pensamos a nivel latino, no hay tantas personas capacitadas y al mismo tiempo dispuestas a dejar sus países para ir a enseñar a otro país. Solo aquí en UAE somos un grupo de 600 cinturones negros que enseñamos exclusivamente a personas de nacionalidad UAE, y este país es compuesto 90% por extranjeros, aun somos pocos para la cantidad de personas que se desea atender. Pues si consideramos estos datos podemos mensurar cuanto se necesitaría para que este programa fuera una realidad en los países Latinoamericanos. Muchos sugerirán colocar instructores que no sean cinturones negros para desarrollar este papel, pero la verdad es que el cinturón negro no representa apenas un nivel técnico, sino una experiencia y una capacidad mayor para poder no solo enseñar, sino que también educar. Creo que es algo que se tiene que ir implementando a los pocos y tenerlo como un proyecto a futuro.
FV: ¿Cómo fue el proceso de aprendizaje del Jiu Jitsu en Brasil?:
KC: Desde pequeño el contacto con el Jiu-Jitsu era muy grande en mi vida, las personas que más admiraba en mi familia eran todas profesionales en este arte marcial. De niño empecé a practicarlo en Rio de Janeiro en las casas de mis parientes, pero siempre como un juego, como una actividad lúdica. Cuando me mude por primera vez a Colombia, dejé de practicar dado que no había un lugar para seguir el proceso, pero recuerdo que todos los años viajábamos a Brasil por largas temporadas, y allí en compañía de parientes frecuentaba la academia Gracie Barra Matriz, que está ubicada en el mismo barrio donde vivimos. Luego a los 15 años cuando volví a Brasil, empecé a entrenar con los maestros Mauriçao y Silvio Behring, a los cuales acompañe fielmente hasta la muerte y hasta mudarme de ciudad (Niteroi). Luego de pasar una temporada donde mi primo Ryan en Sao Paulo, el me dio dos opciones, o quedarme en Sao Paulo con él o volver a Rio y empezar a entrenar con “Gordo”, y desde entonces estoy entrenando con él que es mi maestro y quien me ha graduado en todos los niveles luego del azul.
FV: ¿Antes del BJJ se había interesado en otras artes marciales?
KC: No, la verdad no tuve tiempo de conocer otra arte marcial antes del Jiu-Jitsu, solo después que pude venir a practicar y a querer aprender más sobre otras artes marciales.
FV: ¿Cuándo decidió incluir el Bjj en su vida?
KC: La verdad siento que el Jiu-Jitsu no llego a mi vida por libre y espontánea voluntad, sino que yo llegue al Jiu-Jitsu casi que sin tener otra opción, fue inevitable dado que en el ambiente donde fui criado, el Jiu-Jitsu era la filosofía familiar, el negocio y sustento de muchos de los miembros de la familia, que luego se dedicaron a llevar el Jiu-Jitsu a todos los lugares posibles del mundo. Obviamente me siento un afortunado por eso porque seguramente de no haber sido así, sería uno más de los que en el medio de la vida se encuentra con el Jiu-Jitsu y se enamora de él.
FV: Si tuviera que dar un consejo sobre defensa personal a un ciudadano inexperto ¿cuál sería?
KC: Que traten siempre de negociar un combate con la finalidad de evitarlo. En defensa personal la técnica más importante no es la que depende acciones físicas y si la que por medio de comportamientos y actitudes logra evadir situaciones de peligro. Saber transmitir seguridad hace la diferencia pues en el momento que el ladrón o agresor busca una víctima, normalmente busca a la más vulnerable entre las opciones existentes, entonces esos son los consejos que les dejo.
FV: ¿Qué hace falta para que el Jiu Jitsu sea catalogado deporte olímpico?
KC: Pues no estoy seguro de tener la respuesta que justifique lo que hace falta, pero si tengo un punto de vista que me parece que puede tener una relación. Lo que he visto en los deportes olímpicos además de que son populares en un grande número de países, es que son deportes muy fáciles de entender, que hasta quien no los practica con facilidad puede identificar el objetivo de la competencia, por ejemplo: Judo = derribar al oponente. Natación, maratón, ciclismo, marcha = llegar primero a la meta. Salto = o más alto o las lejos etc…. Si alguien que nunca vio Bjj se detiene para observar, no va a entender nada, pues no es algo lógico para quien no lo conoce, no siempre el que está arriba está ganando ni el que está abajo está perdiendo, hay numerosas situaciones que solo quien lo conoce y sabe como funciona puede venir a entenderlo.
FV: ¿Qué consejo tiene para los cinturones blancos y azules que lean esto?
KC: Que disfruten al máximo cada fase y cinturón, sin prisa de querer pasar por todos y llegar al negro, pues el negro nada más es el principio, es como cuando terminas la universidad, ya estás listo para empezar a trabajar, solo que si no viviste al máximo cada momento y fase de tu vida, te la pasaras quejándote como muchos que se quejan de lo que hubieran podido haber hecho en la época del colegio, de universidad y etc…. entonces les recomiendo que busquen ser cinturones blanco o azules que siempre que van a entrenar con un morado, marrón o negro haga con que el rival piense, ahí viene este azul peligroso y fastidioso. Mejor que ser un morado que no despierta este sentimiento ni en cinturones blancos, por lo contrario acaba siendo el morado que los menos graduados quieren vencer al frente de todos.
es comunicador social y periodista de la Universidad del Norte, Colombia. Master en periodismo de la Universidad de Barcelona y la Columbia University de NY. Trabajó como profesor en la Universidad del Norte y en la Universidad Autónoma del Caribe. Shoninki en formación. En twitter es @francescovitola.
[…] Publicado originalmente en Hermano Cerdo […]