La semana en cinco clicks

1.

La revista Dossier, en su edición número 26, publica el relato «Lo que pasó», de la escritora argentina Mariana Enríquez. Un texto sobre un secreto familiar, revelado en una tarde calurosa de los años ochenta. Y los trastornos asociados, y el miedo. Y sobre las mentiras que se dicen para cubrir un secreto. Pueden leerlo aquí.

2.

Escribe Leslie Jamison en The New Yorker sobre la escritora norteamericana Chris Krauss, de la que dice que «She gives us female desire without shame or passivity, and follows abjection into something bright and exalted, like presence».  Y sobre sus libros, opina que «all traverse similar narrative terrain from different angles—a female artist’s frustrated career arc, her childless and nomadic marriage». Todos los libros de Krauss, nos dice Jamison, tratan de huir del contexto, y vuelven una y otra vez sobre las mismas dinámicas; son versiones de un mismo drama central: una conciencia femenina en lucha por llevar una vida con sentido.

Pueden leer el artículo completo aquí.

3.

La Premio Nobel Toni Morrison tiene ya 84 años, pero, como dice Rachel Kaadzi Ghansah en The New York Times, «[She] wears her age like an Elizabethan regent or a descendant of Othello via Lorain, Ohio». En un largo perfil recientemente publicado y que lleva por título «The radical vision of Toni Morrison», Rachel Kaadzi da cuenta de su encuentro con Morrison, en tanto que esta grababa en su casa un audiolibro de su última novela God Help the Child.

Cuenta Toni Morrison, entre muchas otras cosas, que los periodistas no paran de llamar, porque en realidad temen que se muera un día de estos; pero lo cuenta riéndose, mientras afirma que ella se protege con el trabajo literario, que es:

«a serious protection: emotionally, even intellectually, from the world».

4.

Nos encontramos en el blog del escritor  Sergio Chejfec un curioso alegato en favor de las guías telefónicas de escritores. Allí nos habla Chejfec de su interés por «las apariciones de guías de teléfonos en las vidas de los escritores, más precisamente los momentos en que los escritores buscan números telefónicos, en especial de otros escritores». Dice Chejfec  que le gustaría recopilar esas búsquedas y que tiempo atrás indagó en la Biblioteca Nacional, en Buenos Aires, y que de ahí escribió un relato, pero que, con ello, no se agotó su curiosidad. Un interés «impráctico y sin consecuencias: un interés abstracto», afirma.

Dice sobre las guías telefónicas:

«En mi opinión, la guía telefónica postula una comunidad de pares absolutos. Si suspende la cotización de cada escritor a favor de una presencia igualitaria, también puede pensarse que borra las distinciones entre escritores y no escritores. Cada nombre pertenecería a un estado de literatura más o menos potencial. Y sin embargo, si lo que nos atrae de las guías es su ecuanimidad, ello se pone de manifiesto precisamente porque la realidad es selectiva.»

5.

María Ramiro Martín reflexiona en JotDown sobre la familia en la literatura y, en particular, en la narrativa de Franzen.

Escribe:

«El escritor, dice Franzen, ha de adoptar un determinado punto de vista, pero el proceso no es sencillo. Sus personajes eran caricaturas que no habían aprendido a vivir, y que, cuando lo intentaban, se perdían entre los pasillos de un gran supermercado con un salmón escondido en la entrepierna. Sus páginas se leen casi como escenas cinematográficas que a menudo representan la enfermedad como mal social extendido junto a nuestra obstinación por el autoengaño y la construcción de mundos donde ocultarlo. Con Las correcciones a Franzen le salió, por fin, la novela que había buscado: la novela de la autodecepción.»

 

***

Por nuestra parte, esta semana hemos publicado la review del libro del escritor boliviano Maximiliano Barrientos, La desaparición del paisaje (Periférica, 2015), aquí, así como un ensayo sobre taekwondo de Kike Ferrari, «Taekwondo Ch’ang Hon: un camino de 34 años», aquí, además de nuestras sección de notas cerdas.

J.S. de Montfort

es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.