Jiu Jitsu, el ajedrez humano

Carlos Barreto es uno de los tres cinturones negros en Jiu Jitsu brasileño que tiene Colombia. Él lidera la legendaria escuela Gracie Barra del país, la pionera de la enseñanza del “Jiu Jitsu para todos”, una forma de pedagogía que enfatiza las necesidades de los alumnos por encima del espíritu de competencia, que es una de las finalidades, pero no la única. Su equipo de guerreros gana medallas y torneos, mientras los niños afectados por el matoneo aprenden herramientas de defensa personal y desarrollan la autoestima. No pierden el sueño por los trofeos, para Gracie Barra la principal ambición es que cualquier ciudadano, desde la ama de casa hasta el profesional con problemas de salud sepa defenderse y sortear dificultades. En este mundo hostil son cada vez más quienes buscan refugio en la defensa personal, y la mayoría no viene con intenciones de ser arrogantes, mucho menos quieren someterse a entrenamientos exhaustivos propios de luchadores de artes marciales mixtas. La mayoría se inscribe para sentirse en capacidad de improvisar en caso de necesitarlo. Los programas de entrenamientos de Gracie Barra Colombia están diseñados para evitar la deserción y motivar al entrenamiento programado según la disponibilidad de tiempo de sus alumnos.

Con la amabilidad propia de los antioqueños respondió estas preguntas luego de su entrenamiento de crossfit. El día anterior me permitió entrenar con uno de los instructores de su escuela, Daniel Echeverry, cinturón azul cuarto grado, que pueden apreciar en este video.

***
101_0912
-¿Cuántos años llevas practicando Jiu Jitsu brasileño?

-Llevo 13 años practicando Jiu Jitsu.

-¿Cómo lo encontraste?

-Por cuestiones de salud. Yo rumbeaba demasiado, cigarrillo, trago, entonces cambié a boxeo y comencé a correr. Un día del trabajo al gimnasio de boxeo me encontré un letrero en una avenida principal en Panamá que decía “brasilian Jiu Jitsu”. Entré, conocí al profesor, que resultó ser esposo de una amiga mía del colegio y nunca me fui. Hace trece años fue eso.

-¿Habías practicado otras artes marciales antes?

-Había practicado boxeo y karate cuando niño, alcancé a obtener cinturón marrón de adolescente.

-¿Qué es lo más gratificante que has encontrado en el Jiu Jitsu?

-Que ya dejó de ser un arte marcial o un hobbie para convertirse en un estilo de vida que resulta ser mi trabajo. Todo cambia, antes pesaba doscientas libras, he bajado treinta libras. Me siento en mejor condición física que en otros años de juventud, yo tengo 39 años. Me siento también con capacidad espiritual y con la capacidad de transmitir los conocimientos del Jiu Jitsu fuera del tatami, o sea que lo que uno practica allá adentro –el Jiu Jitsu no es lineal como otros artes marciales, nosotros nos referimos a lineal al avance en línea recta ejecutando una kata, que vienen a ser los mismos movimientos que se han hecho hace mil años. El Jiu Jitsu evoluciona, te hace pensar, cada combate, cada entrenamiento es diferente, el cuerpo no está igual en niveles energéticos, de fuerza, de cansancio, entonces es un deporte que te hace tener la mente involucrada, no simplemente actuar como reflejo sino estar pensando en un combate o un entrenamiento- te hace aplicarlo a la vida, si estás negociando un contrato piensas rápidamente los pro y los contras, o si estás en una situación de peligro en la calle ves las reacciones del cuerpo de la persona, o simplemente si estás comprando un mango y el tipo te dijo “este mango vale 5.000 pesos” y tú dices “nooo”. Te hace más racional, analizas más rápido las cosas, precisamente por ese gimnasio cerebral que uno tiene a lo hora de hacer Jiu Jitsu.

-¿Cuál es la diferencia entre un cinturón café y uno negro, en términos de ese estado “Zen”?

-Entre un negro y un marrón la diferencia es mínima. Un cinturón marrón tiene todo el conocimiento avanzado que un negro puede tener, pero cuando uno lleva el negro es cuando uno comienza a aprender. Hay un dicho en el Jiu Jitsu: “Una vez llegas al cinturón negro es cuando comienza el verdadero conocimiento”. Porque no es lo mismo un cinturón negro recién graduado a un cinturón negro que lo tiene hace 25 años. El nivel de conocimiento es abismal entre el uno y el otro. Entonces uno dice “volví a ser aprendiz” cuando uno llega a la preta. Cuando uno es cinturón blanco aprende a “tapear”, a rendirte, te hacen 50.000 veces la misma palanca de brazo, y uno crea un reflejo, una memoria para defender ese ataque. Cuando uno llega a un rango más alto, digamos marrón o negro, lo ha visto todo muchas veces, y dos o tres movimientos antes ve el ataque que viene. Eso te lo da la experiencia de estar muchas veces en esa situación de peligro. Por eso cuando a un cinturón negro o café le pasan la guardia o le roban la espalda lo ves tan tranquilo. Porque ya tiene en la mente diez posibilidades del ataque, uno ya sabe que reacción va a haber si se hace uno u otro movimiento. Se tiene una lista de posibles escapes, etc. El ser cinturón negro no quiere decir que vas a ser invencible, que nadie te pasa tu guardia o que vas a someter a todo el mundo, simplemente que tengo más herramientas de defensa y de ataque. Sumado a que has estado en todas las situaciones posibles un sin número de veces. O sea, me da una experiencia. En blanco se dice que uno aprende a rendirse. El error común de los cinturones blancos es querer aprender más técnicas, saber mil técnicas implica gastar más energía y no desarrollas ninguna. Mi recomendación, que casi el 80% de mis alumnos la han seguido, es aprender las bases, a pasar guardia, a montar, y aprende dos ataques y hazlo de mis maneras. Una palanca y un triángulo, o palanca y kimura, palanca y americana; trata de hacerla desde la guardia, desde cien kilos, desde todas las posibles posiciones trata de hacer los mismos ataques. En azul tus defensas se solidifican, un azul debe saber defenderse de todos los ataques en todas las posiciones. En purpura empiezan a hacerse las combinaciones de todos los ataques aprendidos y de todas las defensas. Comienzan a hacer combinaciones de dos y tres movimientos. En marrón creas tu propio estilo de combate, creado con tu propio carácter, creas la leyenda. El premio de eso es el cinturón negro.

-¿Cuánto tiempo llevas con el cinturón negro?

-Ahora en agosto tengo dos años con el cinturón negro. Como yo pertenezco a la Federación Internacional de Jiu Jitsu, y al equipo Gracie Barra, ellos son los que me gradúan, si ves mi certificado tiene una fecha de vencimiento, cuando me lo renueven dirá faixa preta un grado, eso será en el 2015.
-¿Cuántos cinturones negros hay en Colombia?

-En Colombia hay tres. Dos en Medellín, el otro está en Bogotá.

-¿Consideras recomendable la enseñanza del Jiu Jitsu en la escuela primaria y secundaria?

-Por supuesto. Hay un país que es un ejemplo de eso, los Emiratos Árabes. Ellos hicieron del deporte nacional el Jiu Jitsu. Así como en Japón los niños aprenden Judo en la primaria, así como en Estados Unidos un muchacho de primaria y secundaria hace lucha, en Emiratos Árabes desde los tres o cuatro años, cuando comienzan en guardería y pre kínder es obligatorio el Jiu Jitsu. Están haciendo un país de Jiu Jiteros en formación desde niños. Es un semillero increíble el que están haciendo, porque tienen el poderío económico y el Jeque fue el primer alumno de Gracie Barra en California. Le encantó y propuso llevarlo a la juventud de su país como deporte nacional. Es él quien creó los torneos de Abudabi. El pro con kimono, y el otro sin GI. El Jaque hace uno y su hermano hace el otro. Un año es el sin kimono y el siguiente es con kimono.

-Para contrarrestar el bullying o matoneo ustedes tienen un programa. ¿Me puedes contar un poco más?

-Sí, en Gracie Barra tenemos un programa de entrenamiento anti bullying. Se creó en Estados Unidos, no es agarrar un niño de cinco años y enseñarle un “mata león” o una guillotina porque viene y agarra otro niño le mete la guillotina, lo aprieta durante dos minutos y lo mata. No es la idea. La idea es que él tenga herramientas de defensa y de autoconfianza. Es decir, saber levantarle la voz a otro más grande, saber cómo derribarlo, controlarlo en el piso y esperar a que venga la autoridad. Luego ir escalando en opciones y lo último es utilizar la fuerza para poder neutralizar a su atacante. Nunca él atacar, las herramientas que se les entregan son defensivas, nunca ofensivas. Decir “no me molestes”, tratar de buscar un adulto, si esa opción no sirvió buscar otros niños más grandes y pedirle ayuda, decirle “ayúdame que me está pasando esto”. Si todo está en contra de él y le toca usar el cuerpo a cuerpo saber derribarlo, controlarlo, darle advertencias “ya no me molestes más, te puedo hacer daño”, darle instrucciones a otros “busquen ayuda, llamen a un profesor, busquen a un padre de familia o un adulto”, y si el otro sigue y se van a los puños, saber defenderse. Siempre todo es estructurado de una forma que si uno es llamado ante una autoridad, sea el director, sea otro profesor o incluso la policía, poder garantizar que nuestro niño utilizó todas las herramientas que él pudo utilizar antes de usar la violencia. Que eso fue el último recurso. Estamos hablando de defensa personal pura.

-¿Alrededor de cuantos niños tienen inscritos en ese programa, acá en la escuela de Sabaneta?

-Nosotros estamos pasando el programa a las escuelas del municipio de Sabaneta, pero acá en la escuela tenemos diez niños. En Colombia los colegios tienen horarios bastante crueles, o todo el día en el colegio, o desde temprano en la mañana y salen a las cuatro de la tarde o turnos en la tarde. El municipio de Envigado tiene o turno en la mañana o turno en la tarde, entonces uno va en la mañana del martes al polideportivo y uno ve niños en las ligas deportivas entrenando. Y en las tardes van a estudiar. Eso me parece muy bueno, hay opciones. Pero en la mayoría de los departamentos de Colombia es todo el día. El niño sale a las tres o cuatro, póngale que en una hora llega a la casa, come algo, hace las tareas o una siesta. ¿A qué hora vas a entrenar? Entonces choca con los horarios de los adultos. Un niño estaría entrando a las seis de la tarde a entrenar, hora en la que debería estar terminando tareas, alistándose para cenar y luego dormir. En otros países los niños salen a medio día, lo que les permite ir a entrenar a las 3, 4 o 5 de la tarde.

-¿En qué se diferencia el método Gracie Barra al de otras escuelas de Jiu Jitsu?

Gracie Barra es el primer equipo que alcanzó siete títulos mundiales. Ya hay otros equipos como Alliance que han alcanzado ocho, hay otros equipos emergentes como Atos que se han concentrado en el Jiu Jitsu Deportivo. Pero Gracie Barra siempre va un paso adelante, es un equipo pionero, está detrás de la Federación Internacional, está detrás de los mundiales, casi toda la directiva pertenece a Gracie Barra. Gracie Barra visualizó que además de probarse en competencia ¿Qué pasa con aquel que no vino a competir? ¿Qué pasa con el niño? ¿Qué pasa con la persona de 50 años? ¿Qué pasa con el médico, con la enfermera, con la ama de casa, con el señor que no hace ninguna actividad física? Cambiamos ese enfoque 100% de competencia y abrimos la puerta a todos ellos. De ahí nuestro slogan “Jiu Jitsu para todos”. Nosotros tenemos en Gracie Barra a nivel nacional un porcentaje de un 35% de competidores, el resto son personas del común: maestros, bomberos, abogados. Gente con obesidad cuya única actividad es el Jiu Jitsu y están bajando de peso. Gente con presión arterial alta, que desean bajar los niveles de colesterol de su sangre. Ese método presenta el Jiu Jitsu de una manera didáctica y programada para esa persona. No es “hoy vamos a matarnos, vamos a darle duro”, no todo el mundo aguanta ese tren. Y eso creaba un ausentismo, una deserción. La idea es que el deporte llegue a todos, que si una persona vaya por la calle y lo ataquen, pues que tenga herramientas de defensa personal. Nosotros tenemos eso muy claro, otros equipos empiezan a imitarnos. Porque se dan cuenta que hay que ofrecerle el Jiu Jitsu a todos, a los niños, a las personas del común. No es que el profesor llegue pensando “¿Qué vamos a hacer hoy? Hoy vamos a enseñar palanca”, o llega el profesor que uno nota cuando no sabe porque dice: “Calienten, van a pelear o vamos a hacer llave de pie”. Uno nota que no hay una estructura. Gracie Barra tiene un programa fundamental para novatos, para intermedios, para avanzados, para competencia, para grapling, para MMA, para cinturones negros. Cada uno es un programa estructurado que tiene clases estipuladas en 32 semanas, ocho meses. Cada ocho meses vuelve y comienza el ciclo. O sea que al año uno está viendo el ciclo dos veces.

-Hablando con el Coach Daniel Echeverry él me explicó su filosofía de “Jiu Jitsu para todos”, me habló de como dividían sus clases en bloques de una hora. ¿Podría explicarme cómo funciona esta división del tiempo?

-Estás viendo entrenamientos de entre una hora y dos horas, pero porque los hemos extendido. Pero el programa estructurado de Gracie Barra está diseñado en entrenamientos de una hora, que incluyen: calentamiento, técnica, práctica, enfriamiento. ¿Por qué? Porque ese era uno de los motivos de la deserción, que tú llegabas a las ocho pero no sabías a qué hora te ibas. O llegabas a las seis de la mañana a entrenar y no sabías a qué hora te ibas. Ahora, con este sistema le garantizas a la persona un entrenamiento mínimo básico en una hora y así ella puede programarse. Es decir, yo llego a las siete y a las ocho me voy a trabajar, a hacer lo que sea. La persona ya puede agendar su hora de entrenamiento de Jiu Jitsu. Si quiero entrenamiento adicional tú sabes, por ejemplo, que de seis a siete es entrenamiento de fundamentos, de siete a siete y media es sparring. El que puede se queda media horita más. O que hay un sparring de competencia de ocho a nueve, voy hago una vuelta y regreso, y tengo una hora de sparring completo con competidores. Te repito, si es lo que yo quiero. Si no, ya cumplí de seis a siete mi hora. Si ves los horarios de Gracie Barra en Estados Unidos son todo el día, con clases muy variadas, en la mañana, a medio día, en la tarde los niños y en la noche se extiende hasta las diez de la noche. También sábados y domingos, dependiendo la demanda, siempre siguiendo el esquema de bloques de una hora.

-Tu participas como referee en los torneos nacionales de MMA ¿De qué manera aporta Gracie Barra al desarrollo de las artes marciales mixtas en Colombia?

-Cuando yo llegué hace seis años a Colombia me invitaron a un torneo en Bogotá de artes marciales mixtas y cuando vi eso me dije: “¿Qué es esto, por Dios?” Yo vengo de un país que tiene un avance en artes marciales mixtas, que es Panamá, que está ligado a Costa Rica, que están diez años adelante en MMA, entonces yo veo este circo. El árbitro no tenía ni idea que hacer. Yo soy muy curioso en esto. En las mañanas mis noticias son: ¿Qué pasó en el mundo de las artes marciales mixtas? ¿Qué pasó en el mundo del Jiu Jitsu? ¿Qué reglamentos hay nuevos? Yo estudio eso. Yo soy abogado de profesión, por ende leer para mí no es ningún problema. Me gusta estar actualizado, capacitado. Otras personas toman cursos de referee para artes marciales mixtas, cuando simplemente tendrían que meterse a la página de UFC bajar los reglamentos y leerlos. ¿Cómo se califica un round? ¿Cuál es el papel del árbitro? ¿Cuál es el staff que se involucra alrededor de la jaula? El que revisa que tengas el protector bucal, la coca inguinal, el que aplica la vaselina, el médico que puede parar la pelea, cómo calificar una tarjeta, todo eso. Aquí veían y anotaban cada puño como si fuera una pelea de Tae Kwon Do. Esto no es Tae Kwon Do, ni boxeo a mateur. Ya hemos venido cambiando eso, yo inicié ese proceso y les dije que para que mejore la calidad de los peleadores tienen que mejorar las reglas. Porque si la cosa es subirse a darse en la jeta, a darse una muñequera como dicen en la costa, entonces va a seguir siendo un vale todo. El vale todo es el fundamento para las artes marciales mixtas. Se necesitan divisiones de peso, se necesitan reglas, pero sobre todo saber porque existen las reglas, saber por qué hay llaves prohibidas, por qué un amateur no puede pelear con codos y rodillas. Era un circo antes. Las reglas están para proteger al atleta, no para dañar el deporte. Hay deportes olímpicos que han venido cambiando reglas en detrimento del deporte, por ejemplo en el Judo, que ya no se puede atacar directamente las piernas para derribar. Porque ellos tuvieron una vez un campeonato y se llenó de luchadores mongoles y todos ganaron todas las medallas porque iban directo a las piernas, no había contacto previo para el derribe, entonces cambiaron las reglas a favor del judoca.

-¿Esto es solo en Colombia?

-No, para el Judo mundial. Ahora se necesita un agarre, un clinch, una técnica de ataque para entonces poder contra atacar las piernas, no es directo que te puedo derribar como si fuera un luchador. Con eso van cambiando a favor del judoca, lo que hace un deporte limitado a cierta competencia. En el caso del Jiu Jitsu se han eliminado técnicas para poder practicarlo hasta los sesenta años y si quiero, podría seguir compitiendo. No es que a los 30 años, como los futbolistas, ya no sirva para nada, no tenga ligamentos ni rodillas, y los tobillos vueltos nada. Entonces, en el Jiu Jitsu se han venido quitando técnicas para proteger al atleta de daños graves, en especial para las rodillas, las vértebras cervicales, como el azote, como la llave de talón, que dañan automáticamente la articulación. Entonces se han mejorado las reglas, por ejemplo, una persona de 40 años no va a pelear a 10 minutos, entonces baja a cinco minutos. Gracias a Dios me comenzaron a llamar ciertas organizaciones para capacitar a los luchadores en Jiu Jitsu y en artes marciales mixtas. Yo me he caracterizado por la transparencia, yo trato de ser lo más imparcial posible, así me toque levantar la mano a quién le gane a alguno de mis alumnos. Yo me estoy capacitando constantemente en Artes Marciales Mixtas. Yo tengo la certificación 2014 de la Federación Internacional de Jiu Jitsu, que me valida en el dominio del reglamento. Nadie en Colombia se ha preocupado para tener esa certificación. Habiendo otros cinturones negros y marrones aquí nadie está preocupado por obtener esa certificación. Por eso Colombia aún no es foco de masificación. Si uno habla con alguien de la Federación Internacional de Jiu Jitsu, te dicen “En Colombia, Gracie Barra, el profesor Barreto”, porque los demás profesores no se han preocupado por legalizar internacionalmente sus academias, por tomar cursos de reglamentación. Entonces me llaman a mí, el peso de los torneos siempre recae sobre mí. Muchos me quieren en los torneos de Artes Marciales Mixtas por eso, últimamente a mí me están contratando para en los torneos nacionales de Jiu Jitsu hacer las charlas reglamentarias a los árbitros y pitar las finales. Yo he sido árbitro de la Federación Internacional de Jiu Jitsu en el Panamá Open, el año pasado. Me convocaron, participé, quedé convocado para cualquier otro torneo que se haga a nivel regional, otro Costa Rica Open, Panamá Open, o si el próximo año se llega a hacer un Colombia Open o Venezuela Open que sea sancionado por la Federación Internacional de Jiu Jitsu me pueden convocar, porque estoy en la región y estoy actualizado y certificado.

 

-¿Qué debe tener en mente un luchador al momento de enfrentar a otro, ya sea entrenando o en competencia?

-Muchos van con miedo. El miedo es bueno, el miedo pone tus sentidos alerta. Yo tengo estudios en psicología deportiva, lo que me permite entender que es un proceso al que el atleta no entra solo. El coach va en la mente del atleta. Entonces hay que saber cuándo activarlo, llevarlo a ese pico de performance, lo más alto posible que se pueda para que ese desempeño sea victorioso. Y no haberle hecho un entrenamiento a lo loco, sino un esquema de trabajo para el combate a su estilo de pelea. Y para que se adapte al del contrincante, si conocemos al otro por algo en particular. Recordarle cuáles son sus fortalezas y particularidades, si es zurdo va a atacar por la derecha, porque todo lo hace al revés…acuérdate que a este le gusta hacer tal guardia… Uno va refrescando la memoria durante el torneo. Pero siempre es aplicar su esquema, tener un mapa de lo que él quiere, un mapa del combate. Tú vas a derribar, vas a esperar que guardia buscarán, vas a pasarla, vas a llegar a cien kilos y vas a someter de ahí. O vas a esperar que te dé la espalda para someter. Cada atleta tiene su mapa, aquí se manda por escrito. Cada uno escribe que le gusta hacer y cómo vamos a llegar allá. Esto no es “hágale a la lata ahí y mátese”. Esto es de estrategia, de saber si necesitamos someterlo más rápido posible porque tienes seis combates más, si es necesario que no se extienda, cuando tenga la sumisión que no esperes más. O si el que viene es fácil, someterlo en menos de un minuto. Entonces uno puede ser capaz de pedirle eso al atleta, cuando lo conoce y lo respeta.

-¿Qué tanto la meditación y la respiración ayudan al desempeño del atleta?

-En Jiu Jitsu tú vas a ver que después de la tercera pelea en una tarde el luchador tiene la respiración completamente calma. Para saber controlar la respiración uno debe buscar posiciones que le permitan hacer pausas para respirar. Al tu mantener una respiración tranquila el ritmo cardiaco se calma, y al estar calmado duras más tiempo en el combate. No es como un levantador olímpico que trabaja a una repetición con peso máximo, va y descansa veinte minutos y vuelve a hacer otra repetición. No es tampoco una pelea de cinco minutos que puedes tirarlo todo, vas a pelear varias veces en un mismo torneo. Tienes que conocer tus períodos de recuperación, tu pico máximo, para poder elevarlo varias veces en una misma tarde, cinco o seis peleas en un mismo día. Uno como coach debe estar siempre recordándoles. Uno ve la apnea del atleta, y créelo o no, en combate, con una respiración calma uno escucha la respiración del oponente, uno escucha palpitar el corazón del oponente y uno puede anticipar movimientos, simplemente, al sentir como está respirando. Eso es lo bonito de este deporte, que hay tanto contacto con el rival que uno escucha todo, si está cansado, si está hiperventilado, si va a hacer algo, porque respira como preparándose para un ataque. Uno aprieta las defensas en ese momento. Jiu Jitsu no es atacar de frente. En Jiu Jitsu hay fintas. Hago esto para que me saques la mano, yo te molesto el cuello para que tu hagas esto otro, o yo te agarro aquí para que tu rompas el agarre y yo pueda quedarme con tu mano. El Jiu Jitsu es un ajedrez humano.

-¿Puedes comentarme más del entrenamiento específico de crossfit que diseñaste para tus alumnos de Gracie Barra?

-El crossfit es el alto rendimiento detrás de todo deporte. Desde los años setenta comenzó, pero hasta hace unos años era algo secreto. El crossfit ha sido el entrenamiento de toda la vida de bomberos y de fuerzas especiales de los estados unidos. Si uno ve la fortaleza física y mental que tienen esas personas, notarás la capacidad de trabajo con cargas que esas personas pueden manejar. Acá estamos cambiando la mentalidad de los bomberos de Sabaneta, que son bomberos que andan con un barrigón y que aun así deben cargar veinte kilos de mangueras, con ocho kilos de equipo y subir escaleras. Estamos trayéndolos a crossfit para que entrenen como los bomberos de Estados Unidos vienen haciendo desde los años ochentas. Ahora se abrió el crossfit al mundo como actividad deportiva y como alto rendimiento detrás del deporte. Si uno mira todos los entrenamientos de grandes equipos exitosos, como Atos, peleadores de artes marciales mixtas, incluyen varios movimientos de crossfit para mejorar en Jiu Jitsu, para generar más explosividad, para generar más fuerza en las piernas, más fuerza del centro o core, más fuerza en la resistencia. En el gimnasio tradicional es habitual ver las rutinas de cuatro series de diez repeticiones, el crossfit cambia ese esquema para trabajar potencia en las piernas, a trabajar empuje, a trabajar resistencia. Entonces el Jiu Jitsu que hemos estado entrenando este año ha sido respaldado con esas bases, por eso los entrenamientos desde el primero de enero hasta el 31 de mayo han sido de dos horas. Luego de esa fecha volveremos a los horarios normales de una hora. El torneo en Cali marcará el fin del ciclo de este entrenamiento, su fin es mejorar los arranques, entrenarlos con levantamiento de peso muerto, sentadillas, correr, salto explosivo con altura, salto explosivo con distancia. También alternamos inmediatamente el entrenamiento en Jiu Jitsu con el trabajo físico, luego un minuto de descanso y vuelven al trabajo de Jiu Jitsu, o movimientos de Jiu Jitsu con la intensidad del crossfit.

by Francesco Vitola Rognini

es comunicador social y periodista de la Universidad del Norte, Colombia. Master en periodismo de la Universidad de Barcelona y la Columbia University de NY. Trabajó como profesor en la Universidad del Norte y en la Universidad Autónoma del Caribe. Shoninki en formación. En twitter es @francescovitola.

3 Replies to “Jiu Jitsu, el ajedrez humano”

  1. 1
    Milena

    buena entrevista, no conozco al señor, pero me pareció muy pedante y arribista, bastante maluca esa actitud de que yo sé más que los demás, de que solo yo sé o de que yo SI sé… sea más humilde y respetuoso señor, ud. no es el único y no creo que sea el mejor por esa forma de mencionar con nombres propios otros equipos

  2. 2
    Rafael Perez

    Tengo 43 y quiero practicar bjj, es correcto? Mi intención es principalmente aprender a defenderme para una eventual pelea callejera y segundo practicar un deporte por todos los beneficios físicos y también combinarlo con boxeo, afortunadamente cerca de mi casa existen 2 gimnasios que enseñan ambos deportes, mi duda es que si en esta escuela enseñan bjj principalmente en un aspecto deportivo, me serviría igual para la calle o no? A mi no me importan las cintas, aunque se que implican el avance, lo que me importa es lo que realmente sepa hacer, repito, para una pelea callejera, la cual ojalá nunca suceda. Antes practiqué un poco de tkd pero creo que para la calle no es lo más efectivo y menos a mi edad, gracias por la respuesta.

+ Leave a Comment