Paul Medrano

He aquí mi top five de los libros que más disfruté en este año.

Leyenda Morgan, de Jaime Muñoz Vargas. Lo diré con todas sus letras: éste es un libro de culto. Aquí están los orígenes narrativos de gran parte de la nueva literatura norteña. Por momentos, Leyenda Morgan parece novela y en otros, un libro de cuentos que relata las aventuras del comandante Morgan, un tipo deshonesto, pero valiente; macuarro, aunque perseverante; despiadado, pero no cobarde. El libro cambia de clave de una página a otra: del policiaco, muta al realismo sucio y de ahí salta al comic. Como bien lo define Carlos Velázquez: “Leyenda Morgan es un manual para héroes o canallas”.

Prosa lavada, de Julio César Pérez Cruz. Un narrador rudísimo, sin pelos en la lengua, que nos lleva por una trama violentísima, pero con un alto quilataje literario. Pérez Cruz dará mucho de que hablar durante 2012, porque le da un nuevo aliento a la ya famosa literatura sobre el norte. El estilo de este escritor tijuanense es brioso, con filo. No se tienta el corazón para azuzar al lector. Pérez Cruz ha sido apostador de carreras, sparring de boxeo callejero, vigilante de maquiladoras y amante de su ciudad, con esos antecedentes no esperen una novela dietética. Aquí hay grasas saturadas, mugre de todo tipo y sangre, mucha sangre.

La colega tatuada, de Margherita Oggero. Una singular novela policiaca, plagada de erudición y humor negro. Camila Baudino es una profesora de literatura, media amarguetas y muy culta. Amante de los perros y enemiga del esnobismo. Se convertirá en una detective aficionada (con la autocrítica que eso impone) al intentar resolver el asesinato de una colega fresona. Diversión a carretadas, entramado de primera y mala leche para regalar.

Cacería hombres, varios autores. Publicado en 1961 en la colección Caimán, esta antología es una selección que hizo la revista Manhunt. A pesar del tiempo, las narraciones aún tienen el misterio y la fuerza suficiente para entramparnos. Las historias y protagonistas sólo carecen de internet y teléfono celular, porque la vena detectivezca permanece incólume. Entre los antologados: Evan Hunter (que el mundo conocería después como Ed McBain), Richard Deming, Frank Kane, Craig Rice, Helen Nielsen, entre otros.

Pistoleros famosos, Cadetes de Linares. Sé que esto puede parecer una broma, pero no lo es. Este disco es una verdadera cátedra narrativa: historias potentes y tragedias épicas, contadas por una de las mejores voces de la música popular mexicana (Homero Guerrero) y un acordeonista de leyenda (Lupe Tijerina). Quienes duden de mi palabra, échenle una oída (lo disfrutarán más si es a 320 kbps) y constaten cómo, a la hora de contar historias, no importa la forma.

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