Como ya sabrán, cada verano el presidente de los Estados Unidos Barcak Obama, se retira durante unos diez días a la isla exclusiva de Martha´s Vineyard en Nueva Inglaterra y allí, en la librería Bunch of Grapes –aquí– compra varios libros para leer durante sus vacaciones de estío. Demos un repaso, pues, a sus lecturas de los últimos tres años.
En 2009 su lista de lecturas –aquí– incluía en no-ficción el libro John Adams, de David McCullough y Hot, Flat, and Crowded de Thomas Friedman. Para la ficción escogió The Way Home de George Pelecano, Plainsong de Kent Haruf y Lush Life de Richard Price. En total: 2.300 páginas.
Sobre las lecturas de ese año y su vida como lector y persona pública que hace uso práctico de las palabras, la feroz reseñista del New York Times Michiko Kakutani –aquí– hizo un largo análisis.
También se comenzaron a construir estanterías con el listado de los libros que el presidente había mencionado en diferentes ocasiones –aquí-, –aquí– y –aquí-.
El propio Obama se ha dedicado a realizar lecturas públicas de libros infantiles, así como a poner de manifiesto la importancia de las artes, como hiciese -por ejemplo- en Mayo de 2009 en su speech inaugural para una velada de música, poesía y spoken word que tuvo lugar en la Casa Blanca –aquí-.
En 2010 la «summer reading list» del señor Obama se convirtió ya en un acontecimiento. Revistas como Slate pidieron a sus lectores que le hiciesen recomendaciones –aquí-. Hasta se creó el The Barak Obama Book Club –aquí-.
Su selección final de ese año fue de ficción exclusivamente y consistió en una copia de avance de Freedom, de Jonathan Franzen (propiedad de los dueños de la librería), Tinkers de Paul Harding y A few corrections de Brad Leithauser.
El diario local CapeCod Times –aquí– realizó un video para la ocasión donde se puede ver la librería por dentro y conocer las reacciones de los empleados y clientes tras la visita del presidente.
Hace unos días se ha conocido su lista de lecturas para este verano de 2011 (cuyas vacaciones durarán nueve días en lugar de los diez acostumbrados) y su selección es la siguiente: The Warmth of Other Suns, de Isabel Wilkerson (no-ficción), Cutting for Stone de Abraham Verghese, Rodin’s Debutante de Ward Just, To the End of the Land de David Grossman y The Bayou Trilogy de Daniel Woodrell. Estos cuatro últimos títulos son novelas. Todos son best-sellers que han gozado de buena reputación entre la crítica de su país.
Michael Medvet en The daily beast –aquí– se pregunta cómo enmedio de una de las peores crisis políticas y económicas que han sufrido los USA el presidente Obama es capaz de encontrar tiempo para leer ficción y no solo eso, sino su corolario: certifica con alegría (igual que nosotros aquí) que leer ficción en nuestros tiempos, a pesar de todo, sigue siendo una actividad relevante, y recomendable.
es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.
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