El informe PISA-ERA
Según el recientemente publicado informe PISA-ERA, coordinado por el programa para la evaluación internacional de estudiantes de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y en lo que se refiere a la comprensión de lectura a través de los medios digitales de 2009, los buenos lectores (digitales) serían aquellos que no se detienen con páginas irrelevantes, que cuando es necesario comparar información, suelen hacer varias visitas a la misma página, que saben controlar el tiempo disponible y, lo más importante: saben porqué están leyendo lo que leen y qué es lo que buscan.
Así, se mediría “la capacidad de un individuo para entender, emplear y reflexionar sobre textos escritos para alcanzar sus objetivos, desarrollar su conocimiento y potencial, y participar en la sociedad”, dice el informe PISA. Además de la decodificación y la compresión literal, la competencia lectora implica la lectura, la interpretación y la reflexión, y una capacidad de utilizar la lectura para alcanzar los propios objetivos en la vida.
Esto es lo que ha hecho la OECD en un estudio con alumnos de 15 años, es decir “nativos digitales”: chavales para los que la tecnología y los ordenadores han existido siempre.
Y bien, ahora vayamos con los resultados.
De entre los 19 países estudiados por la OECD, los estudiantes con mejores puntuaciones han sido los de Corea (568 puntos), Nueva Zelanda (537 puntos), Australia 537 puntos), Japón (519 puntos) e Islandia (512 puntos), por encima de la media establecida por el informe en 499 puntos.
De entre los 19 países estudiados, solamente tres tienen como lengua oficial el español: España, Chile y Colombia.
Los datos son llamativos: de las tres, la que mejor puntúa es España, con 475 puntos, quedando 24 puntos por debajo de la media. Para los alumnos chilenos la puntuación media fue de 435 puntos y 368 puntos sacaron los colombianos, quedando a la cola.
En el caso chileno, uno de los factores que caracteriza el resultado sería que el nivel de equipamiento informático es muy inferior al de los otros países (un 73,2 % de los alumnos tienen ordenador en casa), y así podría suceder otro tanto con Colombia, donde habría que añadir factores relativos al estatuto socieconómico de los participantes.
El 92,6 % de los alumnos españoles tienen ordenador en casa y, sin embargo, sus capacidades lectoras para textos digitales se sitúan igualmente por debajo de la media. Y lo más estragante: las competencias lectoras de textos impresos se sitúan (ligeramente) por encima de la competencia lectora digital.
En cuanto al sexo de los estudiantes evaluados, sin excepción, en todos los países, las chicas puntúan más alto en materia de comprensión lectora.
Estos resultados si no desmienten, al menos sí ponen en cuestión, la creencia generalizada de que existe una generación de los así llamados nativos digitales, también conocidos como generación 2.0 cuyas supuestas competencias, no solo lectoras, sino de escritura, deberían diferir sustancialmente (para mejor, se supone) de las de las generaciones precedentes.
Síntesis de resultados (por países):
Informe Pisa 2009 (Colombia) –aquí-.
Informe Pisa 2009 (Chile) –aquí-.
Informa Pisa 2009 (España) –aquí-.
Nuevas Revistas
Este mismo mes de Junio se ha presentado en sociedad la revista digital Mamajuana –aquí– dirigida por Unai Velasco Quintela y Marc García García. Su idea es la de ser un continente no para lo nuevo, sino para la voz de esos nuevos, esa así llamada Generación 2.0.
Según sus propias palabras:
“(Mamajuana) reúne las mejores voces del pensamiento crítico y la creación de la generación de los 80 y 90 que han destacado durante la explosión bloguera”
Esto, siendo cierto, se podría decir que es inexacto, pues de ella también forman parte un significativo cupo de escritores, críticos y profesores universitarios de la generación de los 70. Y no todos ellos forman parte de esa así autodenominada “explosión bloguera”.
No obstante, si abrimos un poco el foco (dejémoslo en que la revista incluye jóvenes de menos de cuarenta años), desoyendo así su statement generacional y atendemos al hecho de que “[Mamajuana] asume que la explosión bloguera ha significado la entrega real del ciberespacio al gran público”, podríamos convenir que la revista, sin tomar en cuenta -de manera rigurosa- el hecho generacional, pretende “una nueva libertad para decir lo que uno quiera y como uno quiera, con lo que eso comporta en el campo de la comunicación”.
Y que ello lo hace a la manera del archipiélago.
De momento, tal libertad se concreta en la inclusión de apartados generalmente desatendidos en este tipo de revistas como son los videojuegos o el cómic.
Pensamiento 2.0
De esa misma definición generosa de la generación 2.0 (jóvenes menores de 35 años) participa la Editorial Legua, que acaba de lanzar a la red su concurso Pensamiento 2.0 –aquí-.
Se trata según ellos mismos dicen “de un concurso cuyo fin es elaborar el libro cabecera de nuestra generación”.
Nada más y nada menos que al modo de Nueve novísimos poetas españoles, Ellas tienen la palabra o Páginas Amarillas, nos dicen, aunque no acaba de quedar claro qué tienen de pensamiento generacional las dos últimas antologías (la primera de mujeres que escribieron poesía en las décadas de los 80/90 publicada en 1997 y la segunda de escritores españoles de relato, publicada también en 1997).
Y digo esto porque, a pesar de que el llamamiento está abierto como concurso, los ideólogos del proyecto (cuyos nombres o intenciones no aparecen por ninguno sitio; qué ironía para una generación que se pretende transparente y clara, colaborativa y solidaria) ya han establecido un patrón de areas temáticas para lo que ha de ser el libro.
Es el siguiente:
- ESPAÑA
- LA GLOBALIZACIÓN
- LA ECONOMÍA
- LA MUJER
- EL CALENTAMIENTO GLOBAL
- LA MOVILIZACIONES SOCIALES
- LA EDUCACIÓN
- EL HUMOR
- LA SANIDAD
- EL ARTE
En fin, que se pretende “crear el libro que encabece el pensamiento de la nueva generación”. Lo cual, se mire cómo se mire, no puede ser una antología como las anteriormente referidas.
A la luz de los resultados del informe de lectura PISA, así como la constatable inexistencia específica de medios puramente digitales y/o de un pensamiento diferencial al respecto de generaciones precedentes o posteriores, parece bastante razonable poner en cuestión la existencia misma de la así llamada Generación 2.0.
es autor del libro de relatos Fin de fiestas (Suburbano, 2014), además de crítico literario y miembro de la AECL (Asociación Española de Críticos Literarios). Escribe sobre arte y cultura para diferentes medios impresos y digitales. Forma parte del equipo editorial de Hermano Cerdo.
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